La celulosa HPMC derivada de plantas es una sustancia obtenida a partir de celulosa, que se encuentra en las plantas. Encontramos celulosa en cosas como la madera y el algodón. El acrónimo significa hidroxipropil metilcelulosa, lo cual probablemente ya es demasiada información sobre cómo es ese compuesto largo en tus champús después de haber sido tratado…
Una de las aplicaciones más comunes de la celulosa HPMC es en la producción de medicamentos. Actúa como espesante y estabilizante en medicinas líquidas, por ejemplo, dándoles esa textura perfecta cuando las introduces en tu boca. La celulosa HPMC también ayuda a liberar los ingredientes del medicamento con el tiempo, lo cual puede hacer que el medicamento sea más eficaz.
Además de en medicina, la celulosa HPMC también se utiliza en la industria alimentaria como espesante. La encontrarás en aderezos para ensaladas, helados y yogures, donde ayuda a que estos alimentos mantengan una textura sedosa y cremosa.
Una aplicación interesante de la celulosa HPMC se encuentra en los sistemas de liberación de medicamentos. Es decir, los medicamentos pueden liberarse lentamente y a lo largo del tiempo en el cuerpo, en lugar de todo a la vez. Esto puede ayudar a prevenir efectos secundarios y mejorar la forma en que funciona el medicamento.
La celulosa HPMC está disponible para ser utilizada en recubrimientos de tabletas y cápsulas con un revestimiento especial que determina qué tan rápido será absorbido el medicamento. Esto es especialmente útil para medicamentos que se toman durante mucho tiempo, como los utilizados para la diabetes o enfermedades cardíacas.
Esta es otra ventaja importante de la celulosa HPMC, que es biodegradable, por lo que puede descomponerse en la naturaleza sin causar contaminación ambiental. Esto es particularmente importante en industrias como la farmacéutica y la alimentaria, que generan una cantidad significativa de residuos.
La medicina regenerativa parece prometedora, y la celulosa HPMC está siendo investigada para construir estructuras que reparen tejidos y órganos dañados. Eso podría cambiar la forma en que tratamos lesiones y enfermedades, ofreciendo esperanza a pacientes con problemas de salud devastadores.