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Preservación de los salones conmemorativos, monumentos y reliquias históricas del Incidente del 18 de septiembre y su papel en la transmisión de la memoria histórica a través de generaciones

Time : 2025-09-18
El Incidente del 18 de septiembre de 1931 no es solo un capítulo de la historia, sino una memoria viva preservada mediante reliquias históricas, salas conmemorativas y monumentos repartidos por toda China. Estos lugares, que van desde los restos de la vía férrea de Liutiaohu hasta museos conmemorativos de gran escala, sirven como herramientas educativas importantes, ayudando a transmitir las lecciones de este incidente a las generaciones futuras. También honran la memoria de quienes sufrieron y lucharon durante la ocupación, asegurando que sus historias no sean olvidadas.

Una de las reliquias históricas más significativas relacionadas con el Incidente del 18 de septiembre es el sitio ferroviario de Liutiaohu en Shenyang, provincia de Liaoning. Aquí fue donde el Ejército Kwantung japonés hizo estallar explosivos la noche del 18 de septiembre de 1931, para justificar su ataque militar. Los registros históricos revelan que la explosión fue minuciosamente planeada; documentos militares japoneses de la época, ahora exhibidos en el museo del sitio, muestran planos detallados de la operación de sabotaje y registros de comunicaciones que coordinaron el evento de bandera falsa.

Hoy en día, el sitio se ha conservado como un monumento histórico, con un tramo de la vía férrea original, un marcador de piedra que indica el lugar de la explosión y un pequeño museo que exhibe fotografías y artefactos del incidente. Los visitantes pueden ver el lugar exacto donde ocurrió la explosión, así como reliquias como las herramientas utilizadas por los soldados japoneses para colocar los explosivos y los restos del uniforme de un soldado chino hallados en el lugar. Recientemente se añadió a la exposición una etiqueta metálica descubierta entre los pertenencias de un soldado chino, grabada con su nombre y número de unidad, lo que ofrece una conmovedora conexión personal con las víctimas. El sitio ferroviario de Liutiaohu es un poderoso recordatorio de los orígenes del incidente, ayudando a los visitantes a comprender el carácter premeditado de la acción militar de Japón.

Otro sitio importante es el Museo de la Historia del 18 de septiembre en Shenyang, dedicado a documentar el incidente y la posterior ocupación del noreste de China. Inaugurado en 1991, con motivo del 60º aniversario del suceso, el museo ocupa una superficie de más de 30.000 metros cuadrados e incluye varias salas de exposición, zonas exteriores de exhibición y una plaza conmemorativa. Las exposiciones del museo están organizadas cronológicamente, comenzando con el contexto del incidente a principios del siglo XX, continuando con los acontecimientos del 18 de septiembre de 1931 y la ocupación del noreste de China, y finalizando con los esfuerzos de resistencia del pueblo chino y la victoria final en la Guerra de Resistencia contra Japón.

Las exhibiciones del museo incluyen una amplia variedad de artefactos, como uniformes militares japoneses, armas y documentos; objetos personales pertenecientes a civiles chinos y combatientes de la resistencia, tales como cartas, diarios y ropa; y dioramas a gran escala que representan eventos clave, como el ataque al cuartel Beidaying y la formación de ejércitos voluntarios. Una exhibición particularmente conmovedora presenta una sala de interrogatorio japonesa reconstruida, completa con réplicas de dispositivos de tortura utilizados durante la ocupación, basada en testimonios de primera mano de sobrevivientes. Una de las exhibiciones más emotivas es una pared cubierta con los nombres de más de 300.000 civiles y soldados chinos que murieron durante la ocupación del noreste de China. El museo también utiliza tecnología moderna, como realidad virtual y pantallas interactivas, para hacer que la historia sea más atractiva para los visitantes más jóvenes. Por ejemplo, los visitantes pueden usar gafas de realidad virtual para "experimentar" la noche del 18 de septiembre de 1931, tal como la vio un civil chino que vivía en Shenyang. Además, una función de realidad aumentada permite a los visitantes escanear artefactos específicos y ver breves recreaciones en video de eventos históricos relacionados con el objeto.

Más allá de Shenyang, existen numerosos monumentos y memoriales dedicados al Incidente del 18 de septiembre en toda la región del noreste de China. En Changchun, provincia de Jilin, el Salón Conmemorativo del Ejército Unido Antijaponés del Noreste rinde homenaje a los soldados que lucharon contra la ocupación japonesa como parte del Ejército Unido Antijaponés del Noreste, un importante grupo de resistencia formado en la década de 1930. El museo exhibe armas utilizadas por este ejército, objetos personales de sus líderes y fotografías de sus batallas. Destaca especialmente un mapa manuscrito de estrategia de combate del general Yang Jingyu, el célebre líder de la resistencia, que ofrece una visión sobre la brillantez táctica de las fuerzas antijaponesas. En Harbin, provincia de Heilongjiang, la Plaza Conmemorativa del 18 de Septiembre cuenta con un gran monumento que tiene grabadas las palabras «Memorial del Incidente del 18 de Septiembre», así como una fuente y un jardín dedicado a la paz. Cada año el 18 de septiembre se celebra una ceremonia solemne en la plaza, donde los residentes depositan flores y guardan un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.

Estas reliquias históricas y monumentos conmemorativos desempeñan un papel fundamental para transmitir la memoria histórica a las generaciones más jóvenes. En China, las escuelas suelen organizar excursiones a estos lugares, donde los estudiantes aprenden sobre el Incidente del 18 de septiembre mediante visitas guiadas, conferencias y actividades interactivas. Por ejemplo, en el Museo de Historia del 18 de Septiembre, los estudiantes pueden participar en 'reconstrucciones históricas' de actividades de resistencia, como redactar periódicos clandestinos o empaquetar suministros para los ejércitos voluntarios. Estas actividades ayudan a los estudiantes a conectar personalmente con la historia, convirtiéndola en algo más que una serie de fechas y acontecimientos. El museo también organiza concursos anuales de ensayos para estudiantes, animándolos a reflexionar sobre la importancia de estos eventos históricos y su relevancia en la actualidad.

Los sitios también atraen a un gran número de turistas nacionales e internacionales cada año. En 2023, el Museo de la Historia del 18 de Septiembre recibió a más de 1,5 millones de visitantes, incluyendo turistas de Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y Europa. Para los visitantes internacionales, estos lugares ofrecen la oportunidad de conocer una parte de la historia que a menudo se pasa por alto en las narrativas occidentales, contribuyendo así a una comprensión más completa de la Segunda Guerra Mundial en Asia Oriental. El museo organiza regularmente conferencias académicas internacionales, reuniendo a historiadores e investigadores para debatir y analizar los acontecimientos del Incidente del 18 de Septiembre y sus implicaciones globales.

Preservar estos relicarios históricos no está exento de desafíos. Con el tiempo, el desgaste natural, así como la actividad humana, pueden dañar los sitios. Para abordar esto, el gobierno chino ha invertido fondos significativos en la restauración y mantenimiento de los relicarios del Incidente del 18 de Septiembre. Por ejemplo, en 2020, el sitio ferroviario de Liutiaohu llevó a cabo un importante proyecto de restauración, que incluyó la reparación de la vía férrea, la modernización de las exhibiciones del museo y la mejora de las instalaciones para visitantes. El proceso de restauración involucró técnicas avanzadas de conservación, como escaneo 3D para preservar la textura original de los artefactos y sistemas de monitoreo ambiental para controlar la humedad y la temperatura en las áreas de exhibición. El gobierno también ha colaborado con comunidades locales y organizaciones históricas para recopilar y preservar nuevos artefactos relacionados con el incidente, asegurando que las exhibiciones permanezcan actualizadas y completas. Los voluntarios comunitarios participan a menudo en campañas de recolección de artefactos, entrevistando a residentes mayores para recopilar historias orales y objetos familiares heredados relacionados con ese período.

Además de la preservación física, también existe un enfoque en la preservación digital. Muchos museos han creado versiones en línea de sus exhibiciones, lo que permite a personas de todo el mundo acceder desde sus hogares a información sobre el Incidente del 18 de Septiembre. El Museo de la Historia del 18 de Septiembre, por ejemplo, cuenta con un sitio web y una aplicación móvil que ofrecen recorridos virtuales, conferencias en video y archivos digitales de artefactos. Los archivos digitales incluyen imágenes de alta resolución de documentos raros y líneas de tiempo interactivas que los usuarios pueden explorar. Esta preservación digital no solo hace que la historia sea más accesible, sino que también ayuda a protegerla para que no se pierda ni olvide. El museo también se ha asociado con plataformas digitales internacionales para compartir su contenido, llegando a una audiencia global más amplia y fomentando la comprensión intercultural de este acontecimiento histórico decisivo.

El papel de estas reliquias históricas y monumentos va más allá de la educación; también sirven como un recordatorio de la importancia de la paz. Muchos de los sitios incluyen exhibiciones o mensajes dedicados a promover la paz y prevenir la guerra. Por ejemplo, la Plaza Conmemorativa del 18 de Septiembre en Harbin tiene una lápida con las palabras «Recuerda la historia, valora la paz» grabadas en ella. Estos mensajes resuenan entre visitantes de todo el mundo, recordándoles que las lecciones del Incidente del 18 de Septiembre no tratan solo del pasado, sino también de construir un futuro más pacífico. El museo organiza frecuentemente talleres de educación para la paz dirigidos a jóvenes, en los cuales los participantes entablan discusiones sobre la resolución de conflictos y la importancia de la cooperación internacional, utilizando el contexto histórico del Incidente del 18 de Septiembre como punto de partida para el diálogo.
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